Capítulo 12: Los días felices

Después de que Stu fuera a buscarme durante muchas tardes seguidas, por fin, dejo de hacerlo.

-¿Cómo has estado, Lily?-pregunto Fred mientras se sentaba a mi lado-

-Bien, Fred, gracias ¿y tú?-pregunte-

-Después de saber que el trabajo de Tilly me salió bien, estoy como nunca-dijo sonriendo, aquel chico si que me agradaba-

-reí-Me alegro.-

-Niños-dijo la perra de Tilly cuando entro al aula- ¿Cómo salieron sus notas?-pregunto con una sonrisa burlona, la mayoría solo bajo la mirada y unos pocos contestaron “bien” yo solo me encogí de hombros.
La hora de esa horrible profesora se paso en pura habladuría, diciéndonos porque la mayoría había fallado “Es que no entienden a Freud” “Es que no me dieron una explicación concisa” “Daniel, tu fallaste, porque Buddy Holly no es un persona apta para analizar psicológicamente” ¿Y John Lennon, si lo era? 

Pensé para mis adentros.

Demasiada habladuría hubo por su parte, finalmente, vendría otro maestro.

-Arden-dijo muy seria-

-¿Maestra?-pregunte-

-Quiero hablar con usted después de clases-dijo sin perder la seriedad-

-Muy bien-me limite a decir ¿Qué me tenía que decir aquella horrorosa maestra?

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-Buenas tardes-dije cuando me plante en frente de Tilly, ojala y me dijera algo bueno, estaba desperdiciando tiempo valioso…quería llegar a casa y comer galletas. Eso era mas importante que escucharla a ella.-

-Arden, me ha sorprendido su trabajo-dijo la maestra con el ceño fruncido-

-¿Para bien o para mal?-pregunte-

-Llevo casi veinte años enseñando, esa prueba siempre la he aplicado, y la máxima calificación había sido un ocho con cinco decimas. Usted es la primera de mis alumnos en lograr la nota más alta-dijo mientras pasaba sus manos por su cabello. En tu cara, perra, sabía que me joderías la existencia pero quien dijo que Lillian Arden no podía contra ti.

-Vaya, supongo que es un honor-dije sonriendo-

-Has entendido muy bien la asignatura y Ronald, sin duda es todo un personaje-dijo Tilly. Le había cambiado el nombre a mi “sujeto” podía dejarlo en anónimo pero quise ponerle Ronald Jones, me comprometí a no exponer a Lennon y así se haría-

-Me esforcé mucho, maestra-fue lo único que atine a decir-

-No creo que sea necesario que presentes la prueba, tu trabajo ha sido tan pulcro que, considérate exenta en la materia-dijo-Que tengas una buena tarde.

¿Me estaba jodiendo? Yo creo que no ¡Si! La prueba que más temía era la de Tilly y ahora ya no la tenía que presentar. Podría dormir tranquila y pasar una navidad como toda la gente normal lo hace…sin la preocupación de una materia sin acreditar.

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-¡¿Es enserio?!-pregunto Marianne muy emocionada-

-¡SI!-dije y la abracé…muy bien, aquello había sido extraño, yo nunca abrazo a la gente-

-Me alegro mucho, te lo merecías-dijo Marianne sonriendo-

-Supongo-dije sin que la sonrisa se borrará de mi rostro-

-Lily-comenzó a decir-¿Aún no hablas con Stuart?

-No, ¿Por qué?-pregunte alzando una ceja-

-Solo es curiosidad, lo vi hace unos días con una compañera-dijo

-¿Marie Collingwood?-pregunte-

-abrió los ojos cuales platos-Así es ¿Cómo…?

-Es su novia-dije sin dejar de mirar hacia el frente-

-Vaya-dijo Marianne-

-¿Es bonita?

-Mucho-dijo sonriendo-Además es muy amable. -Yo solo solté un bufido y note que alguien se acercaba sigilosamente hacía nosotros, pero no parecía hacer ningún ruido…Era Grace, sutilmente caminaba a nuestro lado.

-Hola, Grace-dije y ella levanto la cabeza, que hasta ahora la llevaba cabizbaja, la mire con una sonrisa dibujada en los labios y ella inmediatamente se sonrojo-

-Hola-dijo casi en un susurro volviendo a bajar su cabeza-

-reí-Ven, quiero presentarte a alguien-dudó-No te morderemos…muy duro-sonrío levemente y se acercó hacía nosotras-Esta es Marianne Darcy, Marianne, ella es Grace Marsden.

-Hola-dijo Grace aún sonrojada-

-¡Hola!-dijo Marianne sonriéndole amablemente, enana, como siempre tan cálida con todos-

-Grace, Marianne es tu vecina-dije sonriendo-

-¿Ah, si?-pregunto alzando una ceja-

-¿Ah, si?-pregunto ahora Marianne-

-Así es-dije sonriendo-

-¿Tu también estudias en la Universidad?-pregunto

-Si, estudio Filosofía-dijo Grace-

-Vaya, que interesante suena-dijo Marianne-

-Supongo-dijo Grace sin decir nada más. Mire significativamente a Marianne.-

-Creo que deberíamos de invitarla a tomar el té, o algo así-le susurre a Marianne-

-Grace-comenzó a decir- ¿Te gustaría tomar el té con nosotras?

-Yo…-comenzó a dudar-

-Vamos, será divertido-dije sonriendo-

-Está bien-dijo Grace de mala gana-

-A las cinco-dijo Marianne –En mi casa.

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-¿Cómo es allá en América?-pregunto Marianne con un brillo en los ojos, estábamos en su habitación, jamás había estado en su habitación antes-

-Es lindo-dijo Grace-

-¿No extrañas tu hogar?-pregunto-

-A veces-dijo mientras le daba un sorbo a su té-

-¿Cómo te están tratando los maestros, Grace?-pregunte

-No hablemos de escuela, por favor-dijo sonriendo débilmente-

-Está bien-dijimos Marianne y yo al unísono-

-¿Qué es lo que mas te gusta hacer?-pregunte

-Me gusta leer y escribir…-dijo sin dejar de mirar a la ventana, parecía muy incomoda.-

-Vaya-dijo Marianne y fue todo lo que dijimos mientras estábamos en su casa.-

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-¿Cómo ha estado tu cita?-pregunto mi tía en cuanto llegue de la casa de Marianne-

-Ah, bien-dije sentándome en el sofá-

-¿Es dura de tratar, verdad?-pregunto mi tía sonriendo-

-Demasiado-dije sonriendo igualmente- Quizá es muy tímida y es solo eso.

-Si, quizá-dijo mi tía-¿Ya estás en pruebas finales, cierto?

-suspire-Solo me falta una y oficialmente me preparo para el siguiente de muchos semestres.

-Eso me alegra, Lily-dijo mi tía sonriendo-Quizá cuando ya seas toda una psicóloga me puedas llevar de viaje a Alemania.

-¿Alemania?-pregunte alzando una ceja-

-río- En Alemania vivió Eddy durante sus niñez, me dijo que era hermoso…después de su servicio en la guerra, teníamos planeado ir de visita, pero bueno…ya no fue posible-dijo mi tía-

-Te prometo que cuando sea una psicóloga reconocida, nos iremos de viaje por todo el mundo, tía-dije sonriendo y ella solo se acercó hacía mí y me dio un cálido abrazo-

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Después de haber estado todo un día ayudando a mi tía a organizar su jardín. Decidí dar un paseo, a solas…para pensar tranquilamente.

-¿Lily?-pregunto una voz conocida-

-¿Ah?-dije volteando súbitamente, me encontré con McCartney sonriendo de una manera amable, ¿Me había llamado Lily?-

-Hola-dijo

-Hola-dije devolviéndole la sonrisa-¿Qué haces por aquí?-mire mi reloj de pulsera-¿No es muy tarde, ya?

-Son solo las seis de la tarde-sonrío-¿Tu que haces por aquí?

-Ah, no, yo te pregunte primero-dije-

-río-Vine a visitar a alguien.

-¿Puedo saber a quién?-pregunte alzando una ceja-

-A mi madre-dijo finalmente. Mierda-

-Perdóname, Paul, no debí…-comencé a decir-

-sonrío-No te preocupes.

-¿La vienes a visitar muy seguido?-pregunte sin el mismo jubilo en mi voz, hablar de las madres fallecidas no era muy buen tema de conversación, pero comprendía a Paul…el si iba a ver a su madre, yo no había ido a ver a la mía desde…no la había ido a ver para nada. Me preguntaba si mis hermanos ya habrían ido…a dejarle tan siquiera unas flores, las rosas, oh, como amaba las rosas rojas, de aquellas que solo florecen en primavera.

-Cuando siento la necesidad de venir a verla y quizá me encuentre solo, lo hago-dijo mientras nos sentábamos en una banca.-

-Vaya-dije mirando hacía el horizonte-

-No te he visto con Stuart últimamente ¿Ha pasado algo? –se sonrojo- si es que se puede saber.

-bufé-Una discusión…

-Oh-dijo

-¿Por qué la pregunta?-dije

-Simple curiosidad-dijo mientras sonreía irónicamente-

-¿Qué?-pregunte-

-John no esta muy preocupado porque los dos estén enojados-dijo

-rodeé los ojos-Me tiene sin cuidado lo que diga o piense, Lennon, pero por supuesto que no le interesa…no me soporta y me alegro de decir que el sentimiento es mutuo.

-río- No creo que sea de otra manera.

-reí- Paul…-comencé a decir, note como toda mi sangre se iba a mis mejillas-

-¿Qué sucede?-pregunto con una sonrisa amable dibujada en el rostro.-

-Nada, olvídalo-dije actuando de acuerdo a mi naturaleza: Una naturaleza cobarde.-

-Dime-dijo sin perder su sonrisa, muy bien, era un maldito. Sabía que su sonrisa era encantadora y que desarmaba a cualquiera chica.

-¿T-t-tienes novia?-pregunte mientras titubeaba-

-sonrío-¿Puedo saber porque lo preguntas?-Muy bien, no lo hacía por mí, McCartney era lindo claro, pero no era mi tipo. Lo hacía por la enana de Marianne-

-Simple curiosidad-dije tratando de disimular mi nerviosismo, porque si McCartney lo notaba podría malinterpretar todo.-

-Si, claro…curiosidad-dijo sonriendo pícaramente-

-¿Tienes o no?-dije irritada-

-No-dijo riendo-no tengo mucho interés en las chicas, no por ahora.-

-Ah, eso esta muy bien, la escuela y esas cosas…-dije sonriendo.-

-¿Tú tienes novio?-pregunto.-

-No, Gracias al cielo-dije riendo y el solo se limito a sonreír-

-¿Quieres que te acompañe a tu casa?-me pregunto amablemente-

-No, gracias, conozco el camino-dije sonriéndole y poniéndome en marcha para regresar a casa.-

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-Mañana es la feria de Woolton -dijo mi tía con tono alegre mientras me servía la cena-

-¿Ah, si?-pregunte alzando una ceja-

-Si-dijo sonriente- ¿No quieres ir?

-Mañana es Domingo, tía, es día de hacer nada.

-¡Vamos, aguafiestas! Te prometo que será divertido, hay música, hay juegos, es muy entretenido.-

-Pero a mi no me gustan esas cosas-dije dándole un sorbo a mi jugo.-

-Te comprare algodón de azúcar-dijo sonriendo de forma en pícara.-

-Tía, tengo dieciocho años, no siete-dije sonriendo-

-Pero te aseguro que sigues alucinando con la azúcar-dijo riendo de forma graciosa-

-Bueno, si me compras uno de color azul, entonces voy-dije sonriendo-

-¡Ja!-dijo en tono triunfante-sabía que no te podrías resistir a mi oferta tan tentadora-

-¿Quiénes irán?-pregunte sin dejar de comer-

-¡TODOS!-dijo en tono triunfante

Mierda, tendría que ver a todos. TODOS. Todos.

Mierda, de nuevo

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-El azul es bonito-dijo mi tía mientras inspeccionaba lo que me pondría, bien, tenia en mente una blusa normal y unos pantalones, lo normal. Pero no, oh no, la señora Miller había dicho que un puto vestido. ¿Por qué puta madre debo de utilizar vestido? No lo sé, la sociedad y mi Tía, están locas.

-No me gustan los vestidos, Tía-dije por milésima vez-

-Vamos a salir, Lillian, debes de verte bien-dijo sonriendo y viendo dentro del guardarropa buscando un modelo mas “aceptable”-

-¿Estas insinuando que no me veo presentable, así como estoy?-pregunte indignada-

-Ponte este-dijo pasándome el vestido color marrón que tanto había detestado, era corto, con escote y el color era horrible. Nefasto-

-No me gusta-dije enojada-

-Póntelo, Lillian, que ya pronto será hora de irnos-dijo con su voz tan tranquilizadora, ¿Cómo lo hacía? Mi madre no podía tener la paciencia que ella, por eso, a veces, me cuestionaba su supuesto parentesco, Anna era tan tranquila, y paciente, a pesar de que quería forzarme a hacer algo de lo cual no estaba muy segura, estaba firme, pero me hablaba con tanta dulzura. Tanta, que no se como demonios, me puse el jodido vestido.-

-¿Contenta?-dije con una mueca de fastidio en cuanto me termine de poner aquella cosa fea-

-Si, pero…-sonrío de forma maliciosa- Ahora, es el momento de esto-dijo mientras buscaba una bolsita que parecía estar muy llena-

-¿Me vas a matar?-pregunte-

-No, boba-dijo mientras sacaba algo, ay no, Ay no, no, no, no, no y NO-Ven

-¡Ni porque me pagues me voy a maquillar!-dije alejándome de mi tía como si tuviera una pistola en mano-

-río muy fuerte-Lillian, no eres mas boba, porque no eres mas grande, un poco de color en tus mejillas y labios no le hará daño a nadie.

-¡A mí me va a hacer daño!-dije enojada-

-Bueno, Georgina, voy a hacer esto, ya sea por las buenas o las malas, tu decides como será-dijo poniendo una de sus manos en su cintura, como solía hacer cuando se encaprichaba con algo-

-No, no lo harás-dije con determinación-

-Ah ¿Cómo no?-dijo y entonces me tomo por los brazos, vaya que tenía fuerza, a pesar de que estuviera tan delgada, tenía mucha fuerza. Me sentó en una silla y comenzó a pintarme como payaso –Bueno, no tanto así, pero es que no sé que tanta creación del demonio me ponía en la cara-Mira, tonta ¡Te ves divina!-dijo pasándome un espejo, y me mire en él…no parecía yo…parecía otra, alguien muy bonita, debo de decir.

-No soy yo…-dije en un susurro-

-lanzo una risita torpe-Tu eres muy linda, cielo, pero a veces, hay que realzar esa belleza. Iré a vestirme, sino llegaremos a la feria cuando toda la diversión haya pasado.

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-¡Anna!-comenzaron a decir muchas, muchas, muchas voces, al parecer todos los Arden eran muy conocidos en donde quiera que viviesen, aquello me recordó como a mi madre, cuando salía a la calle, todas las personas la saludaban y ella solo respondía con una sonrisa. Mi tía era igual.-

-¡Damas y caballeros!-dijo una voz conocida, puta madre. ¿Me estaba siguiendo o que diablos?

-Lennon…-dije con repugnancia y si, vi al escenario que había allí…eran “aquellos” los mas estúpidos de Liverpool en compañía del rey de los imbéciles ¿Su nombre? John Lennon.

-Somos The Quarrymen y bueno…-y dicho esto comenzaron a tocar la canción popular de “Maggie Mae”. Pude ver a McCartney que también me vio y solo me guiño el ojo, y también pude ver a Harrison, que igualmente me vio y el me dedico una ancha sonrisa, aquel enano me agradaba mucho.

Entonces comencé a pensar que si Lennon estaba allí ¿Estaría Stuart allí también? Maldita sea…no quería verlo.

-Hola, Lily-dijo Harrison saliendo de no se donde con una gran sonrisa en su rostro-

-Hola, enano-dije devolviéndole la sonrisa- ¿Cómo estas?

-Bien, gracias-dijo dándole un sorbo a su cerveza-

-¿Volverán a tocar?-pregunte-

-¿Tanto te ha gustado?-pregunto sin perder la sonrisa-

-No me jodas, es un ruido infernal, por eso te pregunto para irme antes de que comiencen a atornillarme los oídos.-dije juguetonamente-

-Si John quiere, quizá volvamos a tocar una o dos canciones mas-dijo aparentemente cansado-

-Oh-me limite a decir-

-Aquí estas, George-dijo McCartney acercándose hacía nosotros-Hola, Lily…te ves preciosa.-Aunque no debía, el comentario de McCartney me hizo sentir toda la sangre que había en mi cuerpo, en mis mejillas-

-Gracias, Paul-dije mirando hacia el suelo.-

-Bueno, es muy cierto lo que dice Paul, te ves muy bien-dijo Harrison sonriendo-

-No es razón para que te pongas del color de un tomate-dijo McCartney riendo-

-Imbécil-dije dándole un golpe juguetón-

-¿Quieres?-dijo Harrison dándole la botella de cerveza-

-Quiero té-dijo tranquilamente-

-Yo también-dije sonriendo y entonces fuimos a donde vendían las bebidas, mi Tía estaba hablando ¡ah! Con Mimi…Pude ver que Cynthia llegaba hacia donde estaba John y los otros miembros de la banda, eso me hizo estremecerme, porque si ella estaba aquí, era muy probable que Stu también viniera y…

-Allí esta-dijo McCartney susurrándome al oído y voltee súbitamente hacia donde estaba clavada la mirada de él, efectivamente, allí estaba Stu, de la mano de una chica, muy joven aparentemente, de seguro se trataba de la tal Marie.

-¿Cómo sabes que…?-comencé a preguntarle a McCartney-

-Solo lo supuse…¿Aún no hablan?

-No, ni creo que lo hagamos-dije dándole un sorbo a mi té-

-Bueno, ¿quieres ir a ver los juegos?-pregunto amablemente-

-Es una buena idea-dije tratando de volver a sonreír, realmente me dolía que Stuart, estando tan cerca de mí, ni siquiera me notara y mucho menos me dirigiera la palabra.-

-¡Hey! Yo también quiero ir-dijo Harrison que había estado coqueteando con un pedazo de tarta durante unos minutos-

-¡Vamos, enano!-dijo McCartney tomándome la mano y comenzado a correr.-

Llegamos a aquellos típicos juegos que hay en una feria, los de aventar dardos y si das en el blanco te ganas un peluche tan grande como un monstruo, McCartney tenía muy buena habilidad para aquello y gano un pequeño conejo, me lo quería dar, pero lo rechacé…en conclusión, el pequeño Harrison ya tenía con quien dormir por las noches.

-¡Vamos!-dijo Harrison con los ojos iluminados de júbilo-

-¡NO!-dije gritando histérica pero divertida a la vez-Odio las alturas.

-¡Pero no te pasara nada!-dijo McCartney-

-¡NO!-volví a decir-

-Lily, por favor ¡Solo es la rueda de la fortuna! Además, no te debe de dar miedo, estas con nosotros-dijo George-

-Justamente por eso me da miedo, los terminaré cuidando yo a ustedes-dije

-¡Vamos!-dijeron los dos y comenzaron a jalarme –en contra de mi voluntad-hacía aquel estúpido juego.-

-Bueno, si muero, ustedes le darán la cara a Anna, y se ve muy dócil, pero les dará una paliza ¡Ya verán!-dije y entonces nos subimos al dichoso juego, me la pase gritando, McCartney no paraba de reír y George…

-Te dije que no era buena idea-dije mientras Paul le tomaba la cabeza al enano, mientras vomitaba en un basurero cercano-

-Vamos, ha sido divertido-dijo Paul tratando de contener la risotada, en burla a Harrison-

-Esto es tu culpa, Paul, yo no quería…-comenzó a decir George-

-¡Es TU culpa, Harrison! Tu que te quieres hacer el niño grande tomando cerveza, ahora estas vomitando como un cerdo… vaya, que adulto resultaste ser-dije con las manos en la cintura. Mi comentario hizo que Paul al fin soltará la carcajada que tanto había reprimido, yo me uní a su risa y George solo seguía con la cabeza en el basurero.-

-¡Allí están!-dijo la voz de Lennon, tenía que venir a arruinar todo.-

-Hola, John-dijo Paul recobrando su postura después de tanto reír-

-Los he estado buscando, tocaremos una canción más-dijo en tono serio, no se había fijado que tenían compañía…-Arden.

-Lennon-me limité a decir-

-Solo deja que el pequeño Georgie deje de vomitar y enseguida vamos-dijo sin dejar de sostener la cabeza de George.-

-No se tarden-dijo regresando hacia donde estaba, mantuve la vista fija en su espalda, se reunió con Cynthia y…si, allí estaba Stu, por un momento nuestras miradas se quedaron viendo fijamente hasta que el grito de mi Tía hizo que apartara mi vista.-

-¡Lily! ¡Ven!-dijo mi tía-

-Cuida a George, me la he pasado genial con los dos-dije dándole una palmada en la espalda al enano y revolviéndole el cabello a Paul-

-Debemos de hacer esto siempre-dijo Paul

-Prometo que ya no volveré a tomar cerveza-dijo George y solo solté una carcajada.-

Fui al encuentro con mi tía quien me presento a muchas de sus amistades, efectivamente, The Quarrymen toco tres canciones mas, haciendo que todos los presentes comenzarán a bailar, un poco más animados, incluyéndome a mí y a mi Tía ¿Quién dice que tienes que tener pareja para poder disfrutar de la música?

Y aunque no había sido un día “excepcional” para mí, había sido uno de los mejores días de mi vida.

Uno de los días felices.

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Holaaaaaaaaaaaaaa! que ya llego Citlali, puta madreee! hahaha perdón ese ha sido mi saludo en estos días, bueno aquí les dejo el capítulo que se supone que quería subir ayer pero por cuestiones de tiempo y la PUTA ESCUELA, no pude subir, pero aquí me tienen de nuevo c: Espero y ayer hayan festejado muy bien al señor Lennon...hahaha yo sé que si lo hice (: y bueno ¿que les digo? Ya estoy al corriente con los fics con leo e.e que no son muchos y me sigo quejando porque quiero un fic de george T-T desde que hice el mío ya no he encontrado otro de él :c pero bueno, nos vemos! cuídense! (: