-¿Vaya?-pregunté alzando una ceja, haciéndome la desentendida.
-Ha sido…interesante-dijo cuidando sus palabras.
-Dilo, ha sido infantil-dije poniendo los ojos en blanco.
-río- Un poco, pero…no creo que importe lo que opine.
-Yo misma pienso que ha sido estúpido.
-Bueno…si tú misma lo piensas, estamos en problemas.
Dijo mientras yo solo reí.
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-¿Hola?-Dijo Patrick al día siguiente, sentándose a mi lado.
-Hola-dije con indiferencia.
-¿Estás enojada conmigo aún?-preguntó alzando una ceja-
-Nunca lo estuve-dije en tono cortante y lo ignoré…e hice lo mismo todo el día, y no me sorprendió que después de eso, no me volviera a buscar en todo el día…
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-¿Cómo estás?-dijo Stu cuando llego a mi casa esa misma tarde para comer conmigo.
-Bien y ¿tú?-pregunté.
-Bien…¿segura que estás bien?
-Sí ¿Por qué la insistencia? –pregunté.
-Bueno…¿cómo van las cosas con Patrick?
-No me habla-dije secamente.
-Ya veo…¿Por qué?-preguntó.
-No lo sé, me ignoro, después yo lo ignore y llegamos a esto –dije tratando de darle menos importancia de la que realmente tenía, no quería tener que admitir que toda esta situación me estaba carcomiendo por dentro, oh, pero la estúpida de Lillian se olvidaba de que estaba tratando con Stuart…
-¿Así de simple, eh?-preguntó alzando una ceja.
-Sí, así de simple…¿Ya quieres comer o todavía?-dije con notoria irritación en mi voz.
-Bueno, sabes que puedes seguir mintiéndome o me puedes decir la verdad. Tú decides. Sí, ya quiero comer, Gracias –dijo Stu, imponiéndome cierto temor con su voz, a veces lo hacía, y hasta podía dar miedo, pero generalmente se mantenía con su carácter tranquilo y sereno.
-No necesito esto, Stuart, son cosas de niños, que realmente no son tan importantes y ni siquiera debería de tomarles tanta importancia.
-Pero lo haces.
-Lo sé.
-¿Qué tan fuerte es lo que sientes por él? –pregunto Stu, como si ya supiera la respuesta y temiera que lo dijera en voz alta.
-No lo sé.
-Ah, Lily…-dijo mientras suspiraba y me daba una mirada de preocupación.
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-¿Ya no estás enfadada conmigo? –preguntaba Patrick con cierta preocupación en su voz.
-Nunca he estado enfadada –dije con una voz cortante y fría.
-Oh, sí…claro-dijo sentándose a mi lado, pero procuré sencillamente ignorarlo.
Y así paso todo el día…
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Ya habían pasado algunos días y la situación con Patrick seguía igual…yo le hablaba un poco y era todo, el prefería estar con otras personas, por “otras personas” me refiero por supuesto a Iris Scott con la cual pasaba la mayoría de su tiempo ya…se había cansado de buscarme después de unos tres desplantes que le hice –un comportamiento típico en mí- entonces yo me enfadaba más, parecíamos niños de catorce años con estas situaciones. Stu estaba muy disgustado con todo esto, y Grace igual, no les agradaba que le tomara tanta importancia a alguien “tan estúpido y poco agraciado” –palabras de Grace – como para hacer que me pusiera tan mal.
Lo peor de todo esto era que el sentimiento que tenía por Patrick se seguía haciendo más y más grande y eso era lo más estúpido de todo…¡El tipo ni me dirigía la palabra! ¡Le era indiferente! Y aun así, seguía provocando extrañas sensaciones en mí.
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Siguieron pasando las semanas hasta que…
-¡FELICIDADES! – gritaron de repente en mi habitación.
-¿Qué puta madre?-dije levantándome de mala gana.
-¡Feliz cumpleaños, Lily!-dijeron Grace y Stu al mismo tiempo.
-¿Qué? –seguía diciendo…¿estaban locos? Mi cumpleaños era el 23 de Abril…¡ESPEREN! - ¿Qué fecha es hoy?
-23 de Abril, tonta –dijo Stu sentándose cerca de mí y dándome un beso en la frente –Felicidades, Lily.
-Vaya…gracias, perdónenme, no puedo creer que me olvide de mi propio cumpleaños.
-Pero nosotros no –dijo Grace sonriendo –Felices diecinueve.
-Gracias, Grace –dije devolviéndole la sonrisa.
-Ven, te hicimos un desayuno muy especial –dijo Stu rascándose la cabeza, como si dudara de que tan “especial” era.
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-Sabe delicioso –dije con la boca llena.
-Bueno, hemos visto que si te gustó –dijo Stu sonriendo.
-¿Estás bromeando? Amo los panqueques –dije aun con mucha comida en la boca.
-suspiró- Bueno, mi madre hizo un buen trabajo –dijo Grace.
-¿Josephine?-pregunte con los ojos bien abiertos.
-Sí, es que ni yo ni Stu sabemos cocinar –dijo con una sonrisa inocente- Pero mi mamá sí.
-Bueno, le quedo delicioso –dije acabándome todo lo que aún tenía en el plato.
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-Oí que hoy es el cumpleaños de la cosa fea que llamas “amiga” –dijo Lennon a la salida cuando me encontré con Stu.
-Sí y esta cosa fea aún puede darte una golpiza épica –dije enfadada pero ya no como antes, ya había aprendido a ignorar a John y a negarle lo que siempre tan fervientemente buscaba: atención.
-¿Quieres hacer el intento?-dijo acercándose con tono retador.
-No te tengo miedo, Lennon, solo me das pereza y mejor ahórrate tu actuación de circo barato, ya he aprendido como suele ser tu mierda, que te jodan y que tengas una bonita tarde –dije haciéndome paso entre él y sus tontos amigos –incluido Patrick- y me fui con Grace.
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-¿Quieres ir al pub que está cerca del Instituto de Artes? –dijo Stu de repente.
-¿Disculpa?-dije alzando mis cejas del libro que estaba leyendo, cortesía de Stu y también mi regalo de cumpleaños, vida y obra de Vincent Van Gogh, un artista representante del Postimpresionismo, que tenía fama de loco por haber tenido ciertos colapsos mentales que lo llevaron a un manicomio, inclusive en medio de una de sus crisis se cortó una oreja, y desde la ventana que había en la habitación en el manicomio en donde fue internado, se inspiró para su más célebre obra La noche estrellada. – ¿Puedo saber porque me regalas este libro, Stu? –pregunte curiosa.
-río- Porque Van Gogh estaba loco y era un genio, una combinación que sé que te gusta, pensé que sería bueno para que te vayas acercando al arte, tu sabes…-comenzó a decir-
-reí- Vamos, estoy cerca del arte, mi mejor amigo es un pintor ¿Qué más cerca quieres que este? –pregunté.
-Bueno, quiero que sepas de artistas, de corrientes, inclusive hasta de técnicas –dijo mientras daba una pincelada de color amarillo a su cuadro.
-¿Y puedo saber porque tanto afán en que sepa todas esas cosas?-pregunté-
-No sé, solo quiero que lo sepas –dijo sonriendo – Y, retomando el tema, te pregunté si querías ir al pub que está cerca del Instituto de Artes.
-¿Al pub? –asintió- ¿Qué mierda iría yo a hacer a un pub?
-Ah…no lo sé, quizás a celebrar tu cumpleaños, quién sabe…-dijo con sarcasmo.
-reí- Oh, vamos…sabes que yo no tomo y no me gustan esas cosas –dije
-Oh, solo podríamos ir a oír al grupo de Jazz que toca por las noches, puedes traer a Grace, sé que a ella le gusta mucho el Jazz, podemos beber una o dos cervezas y charlar un rato, una pequeña celebración, como te gustan.
-Así que has estado hablando con Grace, ¿eh? –levante las cejas en gesto pícaro – Eres un pillo, Sutcliffe.
-Y tú una mal pensada, Arden –dijo negando con la cabeza – Me agrada, es linda.
-Pero no linda en la forma que pudiera ser tu novia. –dije afirmando, no preguntando.
-¿Sabes? Eres muy creída, crees saber todo de mí y todo lo que diré aunque aún no lo haya dicho –dijo con tono sereno, no sonaba a reclamo.
-reí- No es que me crea, querido, es que sé de lo que soy capaz y para tu información, si sé que vas a decir aunque aún no lo hayas dicho –reí- o ¿me equivoco?.
-suspiro- Desgraciadamente, no y tienes razón…es linda pero solo para conversar con ella, para hablar de música, arte y esas cosas…no puedo ver a Grace como otra cosa.
-¿Por qué? –pregunte de repente.
-Yo que sé, cosas de mi personalidad, es algo parecido a lo que tengo contigo, aunque juren que nos terminaremos casando, no puedo verte como mujer, eres más que eso para mí ¿Sabes? Es algo más o menos parecido con Grace.
Ese último comentario me puso tensa, “más o menos parecido con Grace”, yo apreciaba mucho a Grace, era lo más parecido que había tenido a una amiga en los últimos años, pero no podía negarlo, ese comentario me había causado algo muy extraño, bah, ¿A quién engaño? Eran celos, con miedo…siempre fui muy celosa de mis amigos porque de alguna manera, temía a que me los quitaran…y pensar eso con Stuart, era algo demasiado intenso, era mi mejor amigo…pero ¡Tonterías!...Arden, bien sabes que Grace ve a Stu de una manera muy diferente de la que él la ve a ella…
-¿Estás celosa? –dijo de repente Stu, interrumpiendo mis pensamientos.
-Jódete-dije más seria de lo que planeé.
-Oh, en definitiva estás celosa –dijo riendo complacido. Maldito. –No te preocupes, Lily, eres mi chica favorita y siempre lo serás –dijo y de repente, sin que me diera cuenta, me enredo en un abrazo muy fuerte, ah, jodido marica.
-Eres un marica, Stu-dije enojada-
-Tú sabes que me quieres y sabes que yo te quiero también –dijo con una gran sonrisa…ah, un abrazo…nunca ha matado a nadie.
Y mucho menos si ese abrazo venía de Stuart Sutcliffe, que estaba hecho de azúcar o algo parecido.
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-Se ve desagradable –dije en cuanto llegamos al pub del que Stu me había hablado en la tarde-
-río- Bueno, pensé que dirías algo así, entremos –dijo –dame tres cervezas –le dijo al cantinero.
-Enseguida –respondió el tipo.
-Tocan bien –dijo Grace al poco tiempo.
-Sí, son buenos –dijo Stu.
-¡Pero miren quiénes están aquí! –oímos que grito una voz, espantosamente conocida. Sí, era Lennon.
-John –dijo Stu
-Hola, Stu…¿has sacado a esos monstruos de paseo? –dijo con tono burlón.
-¿Qué haces aquí? –preguntó Stu, ignorando el comentario de John.
-Oh, nada más…vine con algunos chicos a tomar unos cuantos tragos, ¿quieres venir?-dijo
-Estoy aquí con Lily, celebrando su cumpleaños –dijo
-Oh, ven un rato, no se van a morir sin ti –dijo y Stu volteó, buscando mi “aprobación” de alguna manera, y se la di, cualquier cosa que evitara que John estuviera jodiendo con sus comentarios inoportunos.
-Hola –dijo alguien detrás de mí.
-Hola-dije volteándome.
-¡Feliz cumpleaños! –dijeron Paul y George con unas grandes sonrisas.
-¡Gracias! –dije recibiendo el respectivo abrazo de cada uno -¿Cómo supieron?
-John lo mencionó en alguno de sus comentarios tontos, ¿Diecinueve, eh? –dijo Paul-
-Así es, todo un año más vieja –dije riendo.
-Lamento…lamentamos no haberte podido traer un regalo, pero es que…-comenzó a excusarse el siempre dulce George.
-Para, para, George, no hay problema, no esperaba ningún regalo –dije consolando al chico con una sonrisa -¿cómo han estado? Hace siglos que no hablamos.
-Siempre te desapareces –dijo Paul sonriéndome.
-Bueno, pero aquí estoy hoy.
-Hola, Grace –dijo Paul notando la presencia de la chica y es que ella había estado concentrada en la actuación del grupo de jazz, se había olvidado de todos, hasta hace unos segundos había regresado a la realidad.
-Hola, chicos –dijo con una sonrisa tímida.
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-¿Cómo has estado?-preguntó George mientras Paul estaba conversando con Grace.
-Ah…bien y ¿tú? –pregunté, George generalmente era muy callado…pero su mirada penetrante siempre me hacía pensar que él sabía cosas que los demás no.
-Bien también –dijo y de repente, noté algo que no debí de haber notado, entre todos los amigos de Lennon que habían ido con él a aquél pub, estaba nada más y nada menos que el idiota de Patrick y peor aún…se estaba acercando hacía nosotros.
-Hola –dijo a George y a mí.
-Hola –respondimos los dos.
-Supe que hoy es tu cumpleaños, felicidades –dijo con algo muy parecido al ¿temor?
-Gracias –dije de forma cortés pero muy fría.
-Bueno…nos vemos –dijo sin más que decir.
-Y dime, ¿no es un poco tarde para que estés en estos lugares, George? ¿Tu mamá sabe que estás aquí? –pregunté, tratando desesperadamente de cambiar de tema.
-Te gusta ¿cierto? –preguntó de la nada, Joder, tenía talento.
-suspiré- ¿Tan obvia soy?
-No realmente, digamos que puedo ser bueno observando –dijo sonriendo levemente - ¿Por qué te gusta?
-Yo que sé-dije encogiéndome de hombros.
-Ya veo…
-Todo esto es una mierda, George, nunca te fijes en nadie, los hombres son tontos y las mujeres, a veces, unas putas.
-sonrío- Bueno, Lily, deberías de fijarte en alguien más ¿conveniente?.
-¿Disculpa? –pregunte alzando una ceja.
-No sé, Patrick es un idiota, no me malinterpretes, hace comentarios estúpidos que nos hacen reír pero es todo, no es realmente un ser humano…¿cómo decirlo? ¿Extraordinario? Es realmente muy simple, no tiene nada que debería de llamarte la atención, hasta cierto punto, es parecido a John, por eso le agrada tanto… y le gusta que esté con nosotros –dijo –Mira, no es que me guste hablar mierda de la gente y mucho menos, detrás de ellos, pero creo que es necesario que lo sepas, porque me agradas…de todas maneras, a él, al parecer le gusta alguien.
-¿Sabes quién es? – al parecer todas las “advertencias” de Stu no eran en balde, tenían un origen, y algo me decía, que era algo así como lo que Harrison me estaba diciendo.
-Iris, creo que así se llama la chica –dijo George haciendo memoria. Por supuesto que le gustaba Iris Scott, era más que evidente…
-Vaya –dije tratando de que mi voz pareciera tranquila. Fallé.
-No te pongas mal por un tonto, Lily, sé que es lo que la mayoría de las personas dicen, mi mamá se lo decía a mi hermana, cuando igual le rompían el corazón, pero esta vez, realmente lo digo enserio, es un tonto y no creo que tu debas de ponerte mal por uno, ¿no crees? –sonrío de manera comprensiva.
-Sí, George pero es un poco difícil, ni siquiera sé porque me afecta tanto si lo conozco desde hace unos meses.
-El corazón es algo muy extraño, al igual que los sentimientos, tu deberías de saberlo, tu eres la futura psicóloga, no yo –río-
-reí- Bueno, en eso tienes razón –suspire- gracias por decirme todo esto.
-De nada, Lily –dijo dándome otra sonrisa más. George de alguna manera siempre me recordó a Stu, en la dulzura que ambos solían tener, era algo muy difícil de encontrar y mucho más, en hombres, pero me alegraba de ser tan afortunada como para conocer a dos hombres con aquella rara característica.
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-Nunca me respondiste si sacaste a pasear a todos monstruos –dijo Lennon de nuevo con tono burlón pero esta vez, muy, muy ebrio.
-Has estado bebiendo demasiado –dijo Stu en afirmación.
-Demonios que he estado bebiendo, pero ¿a ti que te importa? –dijo con algo parecido a enojo.
-Vete de aquí, Lennon, deja de ponerte en ridículo –dije enojada, este tipo me tenía harta, era un impertinente, egocéntrico, machista y alcohólico que solo buscaba la oportunidad para joderle la vida a quién se le cruzara en el camino. No entendía como Stu podía ser su amigo. Nunca lo entendí.
-Tú cállate, Arden, nadie te hablo –dijo.
-Me tienes harta –dije sin más. No sé de donde había obtenido esa repentina rabia que sentía, quizás era toda la situación con Patrick, lo estresante que todo se había vuelto o quizás las cuatro cervezas que me había tomado, número récord, nunca había pasado de una, excepto esta noche.
-Me tiene muy sin cuidado si es así o no, eres una niña tonta –dijo
-Y tú un imbécil –dije
-Me tienes harto –dijo acercándose hacía mí - ¿Crees que te tengo miedo o que te voy a “respetar” porque eres mujer o porque te tiras a Stu?
-¿Tú conoces la palabra “respeto”, Lennon? ¿Acaso esta en tu diccionario? –dije acercándomele yo también.
-No me tientes, Arden –dijo con rabia en sus ojos.
-Y tú no me tientes, Lennon, porque no sabes con que te estás metiendo, para tu información no creo que me tengas miedo a mí, pero deberías, eso te lo juro, en segunda, no me tiro a Stu, aunque creo que a ti te gustaría hacerlo ¿no? –sabía que por ese último comentario, iba a terminar pagando muy caro, con Stu y con todos.
-¡¿ME HAS DICHO MARICA?! ¡¿HAS INSINUADO QUE SOY UN MARICA?! –dijo Lennon acercándose cada vez más.
-Entiende lo que tú quieras, pero creo que sí, he insinuado que eres un marica –dije, definitivamente, era el alcohol.
-Retráctate –dijo enfurecido.
-¿Qué? ¿Estamos de nuevo en el colegio? ¿Qué tienes? ¿Ocho años? O ¿Seis? –dije con tono burlón seco, ese tono que utilizaba para herir a la gente, conscientemente.
-Retráctate o te obligaré a que lo hagas –dijo esta vez a solo unos pasos de mí, podía ver como Stu estaba estratégicamente a mi lado, y Pete, al lado de John, aunque de nada serviría, Pete estaba igual de ebrio que John o más.
-Creo que esta vez, quiero que me obligues porque no me voy a retractar, cobarde –dije escupiéndole las palabras una por una.
-Eres una perra, Arden, nunca me cansaré de decirlo –dijo
-y tú, eres el imbécil más grande de la tierra, eres un idiota que cree que tirándose a todas podrá demostrar la hombría de la cual carece ¿A quién quieres sorprender, John? ¿De quién te estás tratando de ganar el respeto? ¿De tu padre desaparecido? O de estos tontos que te siguen cual perritos, ¿eh? Realmente quiero saber.
-¡SUFICIENTE! –dijo acercándose hacía mí como un león contra su presa. Siendo detenido por la fuerza de cuatro tipos, solo podía reconocer a Paul.
-¡PÉGAME! ¡PÉGAME, IDIOTA! QUIERO VER QUE ME PEGUES, DEMUÉSTRAME QUE ERES TODO UN HOMBRE, SATISFACE TU PUTA HOMBRÍA, SATISFÁCELA ASÍ, PERO TE DIRÉ ALGO, ERES UN MARICÓN Y ESO NADIE TE LO QUITA, NO IMPORTA A CUANTAS PUTAS TE TIRES, NO IMPORTA CUÁNTAS VECES ENGAÑES A CYNTHIA, NO IMPORTA CUÁNTAS VECES TE EMBRIÁGEZ HASTA PERDER LA CONSCIENCIA, NI TAMPOCO IMPORTARÁ CUANTAS VECES LE PEGUES A UNA MUJER. SEGUIRÁS SIENDO UN MARICÓN DE MIERDA Y ESO NADIE TE LO QUITARÁ ¡¿ME ESCUCHASTE?! AHORA, ATREVETE A PEGARME, IMBÉCIL –dije fuera de mí, era todo esto, toda la mierda que me había estado pasando, sus constantes desplantes, sus estúpidos comentarios, las cervezas, todo, esto era mi límite y conscientemente, dudo que hubiera podido decirle todas esas cosas, pero el efecto del alcohol me había ganado.
-¡Lillian! ¡DEJA DE PROVOCARLO! –dijo Stu sosteniéndome por la cintura, no sé en que momento había quedado tan cerca de John.
-¡STUART, SUÉLTALA, ME IMPORTA UNA MIERDA QUE SEA TU AMIGA! ¡ERES UNA PERRA!
-¡SÉ UN HOMBRE Y VEN A PEGARME! ¿LE TIENES MIEDO A STUART? ¿LE TIENES MIEDO? ¡DILO!
-Lillian, deja de hablar por el amor a Dios, te va a matar –dijo Grace.
-No si yo lo mato primero a él –dije enojada, furiosa…y lo que le sigue.
-Llévense a John –dijo Stu- ¡QUE SE LO LLEVEN! –dijo gritando ahora él, con tal de que le hicieran caso.
Los chicos, como pudieron, se llevaron a John, arrastrándolo, el cabrón tenía fuerza. Stu me seguía sujetando por la cintura con una fuerza increíble, forcejeé mucho tiempo con él, igual Grace lo ayudaba, hasta que vieron que John estaba lo suficientemente lejos, decidieron sacarme a mí también, pero sin soltarme del todo.
-¡Algún día te daré una paliza épica! –se escuchó que gritaba John.
-¡Y YO ESTARÉ AQUÍ PARA DEVOLVERTE CADA PUTO GOLPE, ES UNA PUTA PROMESA, LENNON! ¡UNA PUTA PROMESA! –dije gritando, ocasionando que Stu me volviera a cargar y me llevará así hasta mi casa.
Por supuesto que era una puta promesa.
Felices diecinueve a mí.
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¡Hola! ¿Me extrañaron? Yo sé que sí XD hahaha bueno, ya tiene un buen rato que no había actualizado, no era porque no quisiera, sino que primero: a mediados de Julio me quedé sin internet, y ese tiempo fue de mucha calidad porque leí muchos libros y aparte, escribí la genial cantidad de 2 capítulos :D hahaha, después, no sé si les avisé pero QUEDÉ EN LA UNIVERSIDAD, logré entrar y en la carrera que quería, oficialmente están hablado (leyendo) con una estudiante de Psicología...bueno, después me vine a este Estado, que es donde viviré hasta que me titule, que Harrison y Lennon me amparen para poder titularme y que sea pronto, y pues en lo que me instalaba y todo, con los cursos de inducción...bueno, hasta tuve un momento de depresión, más bien, aún esta medio presente... porque pues, es difícil estar lejos de tu familia (MAMÁ), que tu te hagas cargo ya de ti mismo (MAMÁ), que comas puras porquerías que no están hechas en casa (MAMÁ) ah que, lo último es mentira, tengo la fortuna de estarme quedando con mis tíos, pero pues...es raro, más a como soy yo de penosa y callada, ciertas veces...pero bueno, creo que poquito a poquito me estoy acostumbrando, estuve a punto de regresarme, porque creía que en verdad, moriría de tristeza o alguna mamarrachada así porque es muy difícil :c pero como alguien me dijo "a todo se acostumbra uno menos a no comer" y quiero pensar que es cierto, y bueno, ya estoy en lo que es la segunda semana de la Universidad y espero poder, ya estamos en equipos, tenemos que exponer, BLABLABLABA. Buuueeenoooo y la cosa es a ver hasta cuando puedo volver a escribir y a subirles otro capítulo, aunque me tarde años, voy a seguir actualizando, espero y bueno, una vez al mes, como mínimo, pero no les puedo asegurar nada. A las nuevas lectoras que se han incorporado a este pequeño atropello a la Literatura, insultando los grandes nombres de escritores famosos, muchas gracias por tomarse el tiempo para leer esto y ponerse al corriente. Ya lo saben, alguna cosa que quiera contarme, hablar o lo que sea, pueden agregarme en Facebook <- allí de ese ladito aparece mi insignia y por allí esta mi Twitter y mi Tumblr para las que quieran, un especial saludo a Debbie, que siempre ha apoyado este fanfic, y me fuerza, casi amenaza con matarme, para que suba capítulo, hahaha.
PD: Les recomiendo mucho que lean La Tregua de Mario Benedetti, como yo soy una llorona, terminé llorando al final.
¡Nos vemos, espero, sea pronto!
-Citlali.